jueves, 20 de diciembre de 2012

Entrevista a Lautaro Barceló





La máquina de hacer canciones


Por Leandro Juango


Lautaro Barceló es el nombre de uno de los pilares de Uf Caruf!, sello digital y usina de canciones de La Plata. A cargo de la dirección, también participa en varios proyectos como guitarrista o compositor: Miro y su fabulosa orquesta de juguete, Canto el cuerpo eléctrico y Orquesta de perros. Con un pie en la canción y otro en la gestión, Barceló brindó a la Tía Bowie una entrevista en donde se conversó de todo un poco: el nacimiento y funcionamiento del sello, las licencias digitales, SADAIC, y también de la siempre vital escena de rock de La Plata.


¿Cómo se genera el espacio Tocate Mil, en el año 2008, que da nacimiento a Uf Caruf!?
A Tocate Mil te digo como llegué yo: empezamos a organizar un ciclo en Estación Provincial con Germán Novarini (ex integrante de Gregorio Samsa, Increíbles ciudadanos vivientes, actual miembro de Campesinos salvajes), en un playón enfrente a la estación. Ahí pusimos un escenario y comenzamos a llamar bandas para que toquen. Por un amigo conocí a Seba Coronel (integrante de La teoría del caos) y él conocía a todos estos pibes que fueron parte de Tocate Mil: Rudi, Vidal, toda la gente que vivía en una casa que se llamaba La Comu. No vivían todos pero estaban ahí, de lunes a viernes, sábado, domingo, tocando canciones hasta las tres, cuatro de la mañana. Eran diez personas en ronda tocando así: canciones, canciones, canciones.  Cuando caímos a hacer el ciclo es como que se armó un espacio que estaba bueno y empezó a acercarse gente que era del palo canción. Después íbamos siempre para La Comu, no sentíamos que era nuestro lugar la estación, y flasheábamos con llevar La Comu, como fogón y reunión de canciones, a un lugar físico. Empezamos a organizar un ciclo los miércoles en Calma Bar. Cuando empezamos el ciclo comenzamos a llamar al grupo como colectivo de cantautores Tocate Mil. El antecedente primero y más mítico que se nos viene es La Comu.


¿Por qué Uf Caruf! elige las licencias Creative Commons?
En principio, pensá que somos un montón y que no todos estamos informados o con ganas de informarnos. A Soviético, lo primero que se le cruzó cuando sacamos el disco fue que tenía que ir a SADAIC. Le pareció todo una mentira, no le gustó que lo atiendan atrás de una ventanilla, sintió que esa burocracia no era parte de sus canciones, le agarró un ataque de “esto no es natural”. Es un chabón que se maneja así, muy orgánico. Nosotros le veníamos hablando de las licencias. Porque lo que es básico, que la obra sea tuya, es un principio de protección automática. SADAIC es una gestora de derechos para cobrar, una gestora colectiva, y hoy en día no funciona realmente como tendría que funcionar.


¿Hay entonces una mínima incompatibilidad entre SADAIC y una propuesta como la de Uf Caruf!?
A los músicos de nuestra talla, o que tienen nuestros medios, o que salimos en ciertos medios, por ahí se nos convierte más que nada en una pérdida de tiempo para el tipo de proyecto que encaramos. De todos modos, siempre alguien tiene que pasar por SADAIC porque trasciende su laburo de gestora, es prácticamente la entidad que te habilita a ser músico, que te da obra social, que te deja cobrar en ciertos festivales. Pero no nos saca el sueño. Por otro lado, las licencias Creative Commons son súper instantáneas y permiten que podamos compartir legalmente nuestras canciones, que nos importa mucho más que cobrar dos mangos cada tres meses si la pasan en la radio.


¿Por qué no eligen las posibilidades que otorga la UMI?
La movida de la UMI va por otro lado. Nosotros queremos crear algo nuevo y la UMI labura en base a seguir exigiendo algo viejo. Que está buenísimo que exista y que la gente esté ahí. Pero bueno, ahora el tema de los descuentos lo estamos pudiendo conseguir por una red de sellos que armamos acá en La Plata. Solamente por el hecho de mandar muchos discos a replicar ya estamos consiguiendo el mismo descuento. De todas formas, es gente con la que tarde o temprano te tenés que juntar porque estamos en la misma. Por ahí apuntamos a lo mismo desde diferente lugar. También nosotros somos más jóvenes. Venimos medio despojados de todo lo que fue el rock antes. Hoy lo vemos como es: así, nada más. Hoy en día creo que es mejor la música pero no el negocio.


¿Qué ventajas y desventajas encuentran y experimentan en lo digital?
La ventaja es que te puede escuchar cualquiera, tenés accesibilidad total a lo que quieras. La desventaja es la curaduría: si a vos no te reseñan el disco, si a vos no te saca una revista, no estás dentro de un contexto donde la gente entra a bajar música, el disco nunca llega a ningún lado. Creo que lo que hay que mejorar de lo digital es la curaduría. Y que haya más portales de música. Gente que escriba sobre música y que a la vez se transforme en referente. Lo que está faltando es eso: lograr nodos donde ir a rescatar música. Los sellos por ahí sirven de curaduría. Vos sabés que si entrás a la página de Laptra vas a escuchar bandas que tienen ese sonido indie. Vos sabés que si vas a escuchar Uf Caruf! son más cancioneras, o tienen más melodía.


¿Cuál fue y es la importancia de La Plata como ciudad y movimiento para el sello?
Es mamá La Plata. Si no hubiésemos estado en La Plata, seguramente, hubiese sido mucho más difícil. La comunidad musical acá es muy copada. Acá todos conviven con todos de una forma u otra. Hay puteríos internos como en todos lados pero a nivel general estamos super bien. Al principio, Uf Caruf! salió de la nada, un grupo medio sectorizado que no conocía a nadie. Cuando empezamos a crecer, de a poquito, empezamos a entablar relaciones con las bandas que hoy hacen rock. Nos encontramos con que todos tenían una predisposición zarpada, todos quieren ser amigos. Uf Caruf! es como un pequeño hijito de una comunidad más grande. La Plata es como un gran sello. Aparte, vas a otro lado, “¿De dónde es la banda?”, “De La Plata”, la gente ya te identifica con una forma, dentro de algo, por más que no tenga nada que ver una banda con la otra. A las bandas de acá yo les creo, me pasa algo. Por ahí eso pasa porque hay una tradición, uno va contagiando al otro esa cuestión más emocional de la música.


¿Cómo es la convivencia con los demás sellos?
Ahora armamos una red de sellos. La convivencia es genial: en todas las fechas, por lo general, tocan bandas de dos o tres sellos. Las relaciones son un tanto abiertas y desprolijas, y está bueno. Pero también colaboramos un montón, nos pasamos contactos, laburamos juntos. Desde la parte de gestión yo tengo contacto con los demás sellos y tengo una devolución tan buena como con los pibes de Uf Caruf!


¿Qué principales diferencias ves con los inicios del sello en el año 2008 y ahora?
Ahora lo vemos desde otro lado. Es sustentable hacer música y estamos laburando para eso. En un principio pensábamos laburar de una forma más clandestina, low fi, y después nos dimos cuenta de que empezábamos a sonar. Que a la gente le podía gustar lo que hacíamos. Al principio no sé si nos interesaba tanto. Y ahora estamos tratando de organizarnos para que a la gente que le tenga que llegar, le llegue. Antes bardeábamos que nunca íbamos a salir en la Rolling Stone y de pronto, salen reseñas en la Rolling Stone, y estamos contentos. Y antes ni nos preocupábamos porque pensábamos que en la puta vida iba a pasar. Que todo era una cuestión de arreglo monetario, que también es así, existen esas cosas. Nosotros hemos llegado por otro lado más valioso.


¿Cuáles son los próximos pasos?
Ahora nos estamos organizando en departamentos, para empezar a articular mejor el funcionamiento de la gestión entre Prensa, Dirección, Tesorería, Logística, Diseño. Que ya no dependa tanto de correr a uno o a otro, que cada uno se haga cargo de lo que le toca. También está bueno que empiece a aparecer gente que no se dedica a la música y que quiera aportar al sello. Creo que lo que esperamos para el año que viene es organizarnos mejor y recibir mejor esas ofertas que este año no hemos podido aceptar por una cuestión de desorganización. Y por supuesto, no bajar el ritmo de lanzamiento de discos que hoy en día es la identidad del sello. Un sello que es una máquina de hacer canciones. Que no se pierda eso.


¿Qué determina el ingreso al sello?
Nada, tendrías que haber estado desde el inicio. Es un grupo de 20 personas que es un grupo muy fijo, gente que se conoce hace tiempo y hace canciones. En base a ellos se armaron un montón de bandas, se armaron amistades, se armó una comunidad. Si vos querés entrar al sello, prácticamente tenés que ser amigo de todos. Tiene que haber un quorum total. Sucedió en este último tiempo el caso de Villelisa, que era para una banda referente de La Plata para todos y que nos ayudó cuando empezamos con el sello. Ellos tenían Cala Discos y les iba re bien. Cuando tocaron en una fiesta Uf Caruf! se dio una situación: ellos querían entrar a Uf Caruf!, se habían cansado del trabajo de gestión, y había una cuestión que decantaba. Y les digo a los pibes, “fiché a Villelisa para Uf Caruf!” y todos festejaban. Nadie dijo nada. Pero si invito a cualquier banda nueva genera cierta discusión. Todos tienen como dos bandas que quieren que entre a Uf Caruf! Villelisa pasó todas esas barreras porque es amigo de todos y referente.


¿Cuáles son los próximos lanzamientos del sello?
Ahora sale el de Miro y su fabulosa orquesta de juguete, dos canciones, que es un adelanto del disco que va a salir en marzo del año que viene. Está buenísimo. Va a salir el disco de La Asociación, que es una banda que todavía no sacó disco. Y el disco de Santiago Peri y Los Imperdibles. Eso va a salir este año, principios de diciembre. Y para el año que viene el disco de Canto el cuerpo eléctrico, el de Orquesta de perros. Bueno, el de la Jimmy Jimmy Cesc Fabregas Band, que es la banda de Vidal. Ese va a ser un discazo, ya lo tengo escuchado.  Supongo que el año que viene todos van a sacar otro disco: La teoría del caos, La gran pérdida de energía, Primer Hombre Internacional. A todos los veo laburando.






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Créditos PH: Estefanía Santiago

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